El meridiano del péndulo...

Como había previsto, este espacio no tendrá un orden cronológico, así que yo obsesiva por contar las cosas con un orden ( más bien por el orden de las cosas) me tendre que aguantar y que empezar por lo que vaya saliendo,viviendo, si bien será como un "flash back", de tocho morocho.

Hoy, después de ....no sé cuantos años, pero más de 10 seguro, me sentí como la niña de 12, 13, algo así y ya tengo 32!!!!!!!!, increíble pero cierto.
La primera vez que fui a Mérida, fue toda una travesía, primero pasamos por no sé cuantas ciudades del bello sureste mexicano, la neta es que tengo recuerdos aislados de esos viajes, solo los que me han servido para refugiarme cuando quiero y necesito paz.
Pero hoy, se me abrio la puerta, no manches!!!!, cuantos años, cuantas cosas, chequen:
Mérida, los soldaditos de chocolate, la casa aquella cerca de la iglesia donde todas dormiamos en hamacas, el calor, el calor en el camión, los servicios e-ter-nos de la iglesia, las noches lejos de mi mamá, los regaños de las ojaldras de las niñas más grandes que yo, los escarabajos gigantes volando en nuestras cabezas, nosotras arreglandonos antes de cada concierto para ver que chavo se fijaba en nosotras, 39 niñas y la mayoría ya destilando la hormona, LAS GUAYAS!!!!!, LOS VAPORCITOS, LA COCHINITA!!!, el campamento, todo en el campamento era como otra realidad para las 39 tlalnepantlenses, bueno para mi era otra realidad, LA CASA BLANCA, los baños, el comedor, las canchas de voleibol en la arena, y las de basketball de cemento en donde se organizaban los juegos, mi traje de baño blanco con rayitas negras- super fachon-, LAS SERENATAS!, el frijol con puerco -una delicia-, la "avena", si es que a eso amorfo y con grumos en los grumos se le podía llamar avena, LA PLAYA!!, weyyyy acabao de ir al baño y me acorde de otra cosa....la tiendita del campamento...no manches!!!.
La primera vez que conocí el mar de Porvenir, ya en los últimos días de estancia, me dio un tipo de herpes en la cara, no podía asolearme, así que mientras todas nadaban yo me quedaba viéndolas desde la casa blanca, ya cuando el sol bajaba (imaginense a que hora baja el sol en Yucatán, ta cañon, no?), me podía meter al mar, yo sola, sentía perfecto como la sal del mar cocia la piel viva en la cara, me ardía mucho, pero no importaba tenía que meterme al mar.
Ya no me acuerdo cuantas cosas pensaba yo ahi, nadando sola, seguramente las mismas que pienso ahora....
Yo sé que muchos cuando lean esto no sabran de que hablo, pero solo remitanse al lugar donde han sido felices cuando eran niños o adolescentes, y justamente ahi es a donde yo me fuí hoy a mis 32 pero de 12.
Ahi es donde pienso que la gente en y de mi vida ha sido PER-FEC-TA, ha estado ahi siempre, hoy lo compruebo una vez más...
Por aqui me veo...
Por aqui los veo...