25 septiembre, 2006

3 AÑOS


Pensé que esto de tener un blog iba a ser "papita", pues total tengo muchas cosas que escribir, que contar, y con todos los blog's que hay, pues uno escribe así, lo que sea sin más...pero no, no es nada fácil, en primera por que no he tenido tiempo de ordenar los cuatro o cinco textos que tengo por ahí, y por que este "delirio por el orden de las cosas" no me permite escribir así sin más.
Hoy tengo tiempo, tengo un hueco profundo en el alma que hace que me agarre (escriba) de lo que me mantiene todos los días, las 24 hrs.
Hace tres años pesaba 15 kilos más de los que peso ahora, el diámetro de mis tobillos era el doble de lo que normalmente lo es, y el descanso de mis pies hinchados en la oficina era una sección amarilla, casi todos mis desayunos eran un licuado de fresa y un "changüis" de jamón de pavo con queso, todas las noches invariablemente tenía agruras que no me permitían ni si quiera estar acostada de ladito, además de la taquicardia si me acostaba sobre el lado izquierdo, el del corazón.
Nunca medí el diámetro de mi estómago por eso no les pongo la medida pero estaba "cañona", el estiramiento de la piel fue como se esperaba y la comezón hizo su aparición, y nunca sirvieron de nada los consejos de no rascarme el estómago, y todo fue inútil, el aceite de bebé, las cremas, el aceite de almendras dulces recomendado por cuanta señora me veía, el talco (eso mitigaba un poco), bueno hasta loción de Aloe Vera (el hijo del Rul) para después del bronceado, todo, todo fue inútil, resultado: panza estríada, ni pecs, gajes del oficio.
Creo que mi vida esta basada en esperar...esperar ganar más, tener trabajo, tener novio, acabar la universidad, una llamada, un galán, a Chivis (que siempre se tarda, bueno pero se la mata la SASASA), el trámite del INM, las vacaciones, etc. etc. (y con lo desespereitor que soy, pues imagínense), pero esperar 39 semanas…

La víspera fue muy buena, estaba todo acomodado para la llegada, y yo festejando, con una buena comida (que era lo único que podía hacer), con mi mero mero Chilaquil, y mi hermanita del alma, las personas idóneas, lindas, querendonas, y mi sangre, bueno el Cárdenas no, pero como si lo fuera.

Y de un día para otro la espera termino, en un parto natural demasiado complicado, y en 4 horas de labor de parto (realmente fueron más, pero no me di cuenta de que estaba teniendo contracciones), me convertí en mamá de Santiago, y los 29 años de entonces me pasaron todos en un momento.

Hay cosas de ese día que no recordaba, estaba dopada, y muy incrédula de que tuviera a un niño recién nacido entre los brazos, no me bastaron las 39 semanas para darme cuenta de una vida, de mi vida multiplicada, de mi vida reflejada.

Efectivamente lo que dicen es cierto, jamás se piensa que uno pueda sentir tanto amor por una persona, tanto miedo de que le pase algo, y a la vez tanta esperanza e ilusiones, son sentimientos contrariados que uno muchas veces no puede explicar.

Así Santiago se ha convertido en la persona más importante en mi vida, mi luz, mi fuerza, solo espero poder ayudarlo con todo lo que soy (y que lo que soy, lo soy por todos) a ser un buen ser humano en toda la extensión de la palabra.

Santi, felices 3 años de vida.